viernes, 19 de noviembre de 2021

Equidna de hocico largo de Attenborough


Nombre científico: Zaglossus attenboroughi
Otros nombres: Zagloso de Sir David, equidna de hocico largo de las Montañas Cíclopes

Etimología del nombre:
Recibe su nombre en honor a Sir David Attenborough , el eminente naturalista. 

Clasificación Científica:

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Subclase: Prototheria
Orden: Monotremata
Suborden: Tachyglossa
Familia: Tachyglossidae
Género: Zaglossus
Especie: Zaglossus attenboroughi (Flannery y Groves, 1998)

Estado de conservación: En peligro crítico (UICN 3.1)

Distribución Geográfica: 


Mapa de distribución de Zaglossus attenboroughi

habita en las Montañas Cíclopes, que se encuentran cerca de las ciudades de Sentani y Jayapura, en la costa septentrional de la provincia de Papúa en Indonesia.

Peso: Tiene una masa corporal de entre 1 y 3 kg. 

Alimentación: La dieta de este robusto animal consiste en lombrices de tierra, termitas, larvas de insectos y hormigas.

Es una especie de mamífero monotrema, una de las tres especies actuales del género Zaglossus que se encuentra en Nueva Guinea. Es la especie de menor envergadura del género, muy próximo a los equidnas de hocico corto. El macho es más grande que la hembra y se puede diferenciar por las espuelas de sus patas traseras.

El pelo es corto y denso. Aun así, cubre las escasas espinas que crecen en la espalda del animal. Tiene cinco dedos en cada extremidad armados con uñas. En las posteriores existen indicios de la existencia de espolones.

El equidna no es un animal social y se junta con los de su propia especie solo una vez al año, en julio, para aparearse. La hembra pondrá los huevos después de unos ocho días y los bebés permanecerán en la bolsa de la madre durante unas ocho semanas o hasta que se desarrollen sus espinas. La criatura es nocturna y puede enrollarse en una bola espinosa cuando se siente amenazada, algo a la manera de un erizo. La revisión sistemática posterior de Zaglossus por Flannery & Groves (1998) identificó tres especies alopátricas y varias subespecies que se encuentran en toda la isla, y estos autores erigieron la nueva especie Equidna de pico largo de Attenborough para describir un solo espécimen de equidna  recolectado en 1961 a 1.600 m cerca de la cima del Monte Rara, en las Montañas Cíclopes del norte de Nueva Guinea Holandesa, ahora la provincia indonesia de Papúa.

La especie esta incluida en los apéndices CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) que afecta a todas las especies del género Zaglossus.

La especie fue descrita sobre 1961, durante la época colonial holandesa, a partir de un ejemplar muy lastimado, sin que se hubiese vuelto a tener evidencia de su existencia.

No obstante, hay referencias del verano de 2007, por parte de unos exploradores que visitaban los bosques de las Montañas Cíclopes y descubrieron huellas y madrigueras que podían pertenecer a esta especie. Indagando, tuvieron noticias por parte de las poblaciones locales de la posibilidad de que hayan sido vistos algunos ejemplares en 2005.

Por otra parte, teniendo en cuenta que la provincia de Papúa mantiene aún una considerable extensión de territorio virgen, es posible que existan pequeñas poblaciones de la especie en otros lugares fuera de las montañas.

Este animal está tan alto en la lista de especies en peligro de extinción que los lugareños están siendo educados sobre la criatura y se les pide que dejen de cazar y matarlos para compartirlos con sus rivales como una ofrenda de paz. En 2007, el equidna de pico largo de Sir David fue identificado como una de las 10 principales "especies focales" por el proyecto Evolutivamente Distinto y En Peligro Global (EDGE). El equidna se encuentra entre las 25 especies "perdidas más buscadas" que son el foco de la iniciativa "Búsqueda de especies perdidas" de Global Wildlife Conservation.

Galería:

Equidna de hocico corto


Nombre científico: Tachyglossus aculeatus
Otros nombres: Equidna australiano, Mungwe, Nyingarn, Tjilkamata o Tjirili, Minha

Clasificación Científica:

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Subclase: Prototheria
(sin rango): Australosphenida
Orden: Monotremata
Suborden: Tachyglossa
Familia: Tachyglossidae
Género: Tachyglossus
Especie: Tachyglossus aculeatus (George Shaw, 1799)

Estado de conservación: Preocupación menor (UICN)

Distribución Geográfica: 


Mapa de distribución de Tachyglossus aculeatus

Subespecies:
Tachyglossus aculeatus acanthion Collett, 1885
Tachyglossus aculeatus aculeatus (Shaw, 1792)
Tachyglossus aculeatus ineptus Thomas, 1906
Tachyglossus aculeatus lawesi Ramsay, 1877
Tachyglossus aculeatus multiaculeata (Rothschild, 1905)
Tachyglossus aculeatus setosa (Geoffroy, 1803)
Tachyglossus aculeatus typicus Ride (1970)

Dimensiones: 30 y 50 cm de longitud, con un hocico de unos 7,5 cm

Peso: entre 2 y 6 kg

Alimentación: Se alimenta de termes, hormigas y otros insectos que captura con su lengua pegajosa.

El equidna de hocico corto o australiano es especie de mamífero monotrema. Se trata de una de las cuatro especies vivas de equidna y la única del género Tachyglossus. La dieta del equidna de hocico corto se compone de hormigas y termitas. Está cubierto de pelo y púas, y tiene un hocico característico y una lengua especializada para poder cazar sus presas a alta velocidad. Como el resto de monotremas vivientes, el equidna de hocico corto pone huevos; los monotremas son el único grupo de mamíferos que lo hacen.

Esta especie vive en toda Australia, donde es el mamífero nativo más extendido, y en regiones costeras y tierras altas del suroeste de Nueva Guinea, donde se le conoce como mungwe en las lenguas dadibi y chimbu.​ No está amenazado de extinción, pero actividades humanas como la caza, la destrucción de su hábitat y la introducción de especies depredadoras y parásitos extranjeros han reducido la distribución del equidna de hocico corto en Australia.

Esta antigua especie habita zonas rocosas, boscosas y arenosas de la costa este de Australia desde Queensland hasta Victoria, Isla Canguro, Tasmania, centro y este de Nueva Guinea y otras islas cercanas.

Es una de las especies de mamíferos de Oceanía que presenta poblaciones más estables, pudiendo llegar a ser abundante en muchas de las zonas por las que se distribuye.

Como el cuello no es visible desde el exterior, la cabeza y el cuerpo parecen estar fusionados. Los orificios auditivos se encuentran en cada lado de la cabeza, sin ningún tipo de pabellón auricular. Los ojos son pequeños y se encuentran en la base del hocico, que tiene forma angular. La nariz y la boca se encuentran en el extremo distal del hocico; la boca del equidna de hocico corto no puede abrirse más de 5 mm.​ El cuerpo del equidna de hocico corto está, exceptuando la parte inferior, la cara y las patas, cubierto de espinas de color crema. Las espinas o púas, que pueden llegar a medir cinco centímetros de largo, son pelos modificados, compuestos en gran parte de queratina. El pelaje que hay entre las espinas funciona de aislante térmico; su color va del color miel al marrón rojizo oscuro o incluso al negro; la parte inferior y la corta cola también están cubiertas de pelo. La coloración del pelo y de las espinas varía de una zona geográfica a otra. El pelaje del equidna puede estar infestado con la que se considera la pulga más grande del mundo, Bradiopsylla echidnae, que mide unos cuatro milímetros de largo.

El cuerpo está comprimido dorsoventralmente, y arqueado, con la región dorsal ligeramente convexa y la ventral, paralela, cóncava.

La cabeza parece articularse con el tórax como si no tuviese cuello. Es pequeña y acuminada, terminada en un hocico puntiagudo que puede alcanzar la mitad de la longitud total de la misma.

La abertura bucal es estrecha. La lengua, larga, delgada y pegajosa. Carece de dientes pero el paladar y la base de la lengua están cubiertos por una sustancia córnea que le permite triturar el alimento.

Los ojos son pequeños y dirigidos hacia delante. Se sitúan próximos a la base del hocico y le dan poca amplitud de visión lateral, aunque no es el sentido de la vista uno de los más necesarios para este animal que pasa gran parte de su tiempo en el interior de agujeros y galerías en el suelo.

Poseen cinco dedos provistos de uñas fuertes adaptadas para la excavación. Las de los dedos cuarto y quinto son retráctiles. Los espolones de las rodillas no son venenosos.

Ocasionalmente se ayuda de las fuertes uñas para abrir hormigueros y termiteros, especialmente cuando la reina se halla cerca de la superficie.

La cola es corta, de unos pocos centímetros, y desnuda en la superficie ventral.

Los testículos son internos, no existe escroto. En ambos sexos, un único orificio abre al exterior para tránsito de las heces, orina y secreciones o productos genitales. Durante la época de cría, las hembras desarrollan un pliegue de la piel en la región ventral que hará las veces de marsupio, donde los huevos serán incubados y las crías amamantadas.

Los hábitos de este animal son curiosos pues, a pesar de habitar zonas en las que el alimento está disponible a lo largo de todo el año, los individuos parecen entrar en un estado de torpor en el que dejan de alimentarse, pero que, lejos de relacionarse con adversidades climáticas o escasez de alimentos, parece estar debido a la necesidad de perder peso después de una temporada con una dieta abusiva.

El solitario equidna de hocico corto busca pareja entre mayo y septiembre; el tiempo exacto de la temporada de apareamiento varía de una zona geográfica a otra. Tanto los machos como las hembras emiten un fuerte olor durante la temporada de apareamiento. Durante el festejo (observado por primera vez en 1989) los machos encuentran y siguen a las hembras. grupos de hasta diez machos pueden seguir una única hembra en un ritual de festejo que puede durar hasta cuatro semanas; la duración de este periodo también varía entre áreas geográficas.​ En las regiones más frías de su distribución, como en Tasmania, las hembras pueden aparearse pocas horas después de despertarse de la hibernación.

Después de entre 9 y 27 días de gestación, la hembra, desde la cloaca, deposita directamente un único huevo en el marsupio ventral transitorio, del que nacerá la cría 10-11 días después. La cáscara es correosa y flexible, y la cría, para salir de él, tendrá que romperla con la ayuda de los dientes de leche.

Permanecerá en el marsupio alrededor de dos meses lamiendo la leche que resbala por los pelos de la madre hasta el interior de la bolsa. Cuando las espinas de la cría comienzan a crecer, es depositada en el interior de un hueco excavado por la madre, que regresa ocasionalmente a alimentarla hasta que alcanzan los seis meses de edad. La leche es de color rosa debido a una proteína que contiene hierro.

Los jóvenes son independientes alrededor de un año después del nacimiento.

La longevidad de esta especie es notoria, existiendo datos de animales en cautividad que han alcanzado los 50 años de edad.

Los hábitos horarios de estos animales varían en función de las condiciones climáticas de la región en la que habiten.

Su capacidad para mantener la temperatura corporal está limitada, por lo que tendrá que pasar las horas de temperaturas extremas en el interior de galerías subterráneas que mantienen ésta en niveles razonables.

De este modo, los individuos que habitan zonas de alta montaña, o durante las estaciones más frías, tienden a ser activos durante las horas de sol, mientras que los que habitan zonas desérticas o calurosas, permanecen resguardados hasta que llega la noche.

Es un animal solitario, de carácter huidizo que al sentirse amenazado se enrosca sobre sí mismo a la manera de un erizo, o se entierra exponiendo el dorso cubierto de púas a modo de escudo. Cuando es perseguido por un águila, es capaz de excavar rápidamente en sentido contrario al peligro, con la espalda protegida por las peligrosas púas, hasta que encuentre un terreno excesivamente duro, procediendo entonces a enroscarse sobre sí mismo.

Cada individuo se mueve por un territorio de aproximadamente 800 m de diámetro, solapándose con los de otros congéneres, sin que los encuentros tengan repercusión alguna entre los individuos, que continúan impasibles y solitarios su deambular en busca de alimento. Los nidos no parecen tener una posición concreta en el territorio. Cuando se mantienen en cautividad con otros congéneres, se producen reacciones de mutua tolerancia, si bien se establece una estructura jerárquica entre los individuos del mismo sexo.

Galería: 


Esqueleto











Algunas fotos del equidna de hocico corto


Craneo



Detalles de la cara y el hocico 


Detalles de la delgada y especializada lengua


Detalles de las espinas






Equidna en posición de defensa



  Nuevo 

Equidna en por su parte inferior, detalles de las uñas de las patas delanteras


Detalles de las uñas de las patas traseras


Una pareja de equidnas de hocico corto


Un grupo de equidnas



Madrigueras de equidna


Cría de equidna de hocico corto

  Nuevo 

Equidna de hocico corto tomando agua


Impresión de la huella de un equidna de hocico corto


excrementos o materia fecal de un equidna de hocico corto

taquiglósidos o equidnas

Los taquiglósidos o equidnas (Tachyglossidae) son la única familia conocida del suborden Tachyglossa, donde se clasifican a los equidnas actuales y sus ancestros extintos. Estos mamíferos, similares en apariencia a los erizos, habitan en las islas de Nueva Guinea, Salawati, Australia, Tasmania y otras islas menores próximas a las costas de estas. Además de ser muy difíciles de encontrar, su rareza reside en que son los únicos mamíferos, junto con los ornitorrincos, que ponen huevos.

Los equidnas deben su nombre a la ninfa mitológica madre de todos los legendarios monstruos de la Grecia Clásica. Tienen el cuerpo cubierto de espinas, lo que unido a la dieta que llevan, mayoritariamente insectívora, y en algunos casos con predilección por las hormigas y termitas (mirmecofagia), les ha valido el nombre de hormigueros espinosos.

Tachyglossus aculeatus


Zaglossus attenboroughi


Equidna de hocico largo oriental
Zaglossus bartoni


Equidna de hocico curvo o de Nueva Guinea
Zaglossus bruijni

miércoles, 17 de noviembre de 2021

Platypoda

Los platípodos (Platypoda) constituyen un suborden de mamíferos monotremas con tres familias, de las que sólo ha llegado hasta nuestros días una especie, el ornitorrinco (Ornithorhynchus anatinus).

Ornitorrínquidos (Ornithorhynchidae)

Los ornitorrínquidos (Ornithorhynchidae) son una de las dos familias de monotremas que en la actualidad tienen especies vivas.

Género: Ornithorhynchus

Especies:

Ornithorhynchus anatinus

Ornitorrinco

Introducción


Parientes cercanos


Equivalente en otras especies y continentes

Nombre común: Ornitorrinco


 
Nombre científico: Ornithorhynchus anatinus

Otros nombres: Platypus

Etimología del nombre: 
Su nombre común en inglés, Platypus, es un término latinizado derivado de las palabras griegas platys: plano, ancho y pous: pie, pie plano.​ Shaw se lo asignó como un nombre de género linneano cuando lo describió por primera vez (siendo el nombre de la especie Platypus anatinus), pero pronto se descubrió que ese nombre de género ya pertenecía a unos escarabajos de la madera (género Platypus). En 1800 fue descrito de manera independiente como Ornithorhynchus paradoxus por Johann Blumenbach, a partir de un ejemplar que le entregó Sir Joseph Banks,​ y, siguiendo las reglas de prioridad de nomenclatura, posteriormente se le reconoció oficialmente como Ornithorhynchus anatinus.

El nombre científico se forma con Ornithorhynchus, que deriva de la palabra griega ornithorhynkhos y anatinus, que en latín significa semejante a un pato. El nombre común en español proviene también del griego ornithorhynkhos.

Clasificación Científica:

Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Monotremata
Suborden: Platypoda
Familia: Ornithorhynchidae
Género: Ornithorhynchus
Especie: Ornithorhynchus anatinus (George Shaw, 1799) 

Estado de conservación: Casi amenazado (UICN)

Población estimada:
Tasa de mortalidad:
Peligro para la especie:
Depredadores naturales:
Interacción con los humanos:
Peligro para los humanos:
Protección:

Esperanza de vida:
En cautiverio: hasta 17 años
En estado salvaje: 12 años

Distribución Geográfica: 


Área de distribución (en rojo: nativo, en amarillo: introducido)

Tipo de habitad:

Dimensiones: los machos son más grandes que las hembras, los machos miden, en promedio, unos 50 cm mientras que las hembras miden unos 43 cm. Hay diferencias significativas en el tamaño medio de una región a otra. Estas diferencias no parecen seguir ninguna regla climática concreta y podría deberse a otros factores ambientales como los predadores o la presencia de humanos.

Peso: varía considerablemente, entre 700 y 2400 gramos

Temperatura corporal:

Alimentación: Carnívoro, presas habituales

Historia de su descubrimiento
Descripción morfológica
Características propias de la especie
Descripción de sentidos
Sonidos que emite 
Método de desplazamiento 

Descripción de hábitos
Diurno/nocturno
Territorio
Método de caza
Apareamiento
Tipo de madriguera
Gestación, incubación  
Nacimiento 
Cantidad de crías 
Periodo de lactancia
Impacto en la cultura humana

















El ornitorrinco es una especie de mamífero semiacuático endémico del este de Australia y de la isla de Tasmania. Es una de las cinco especies, junto con las cuatro de equidna, que perviven en la actualidad del orden de los monotremas, grupo que reúne a los únicos mamíferos actuales que ponen huevos en lugar de dar a luz crías vivas. Es el único representante vivo de la familia Ornithorhynchidae y del género Ornithorhynchus.

La inusual apariencia de este mamífero, ponedor de huevos, venenoso, con hocico en forma de pico de pato, cola de castor y patas de nutria, desconcertó a los naturalistas europeos cuando se lo encontraron por primera vez, llegando incluso a ser considerado por algunos como una elaborada falsificación. Es uno de los pocos mamíferos venenosos existentes; los machos tienen un espolón en las patas posteriores que libera un veneno capaz de producir un dolor intenso a los humanos. Sus características únicas lo convierten en un importante sujeto de estudio en el campo de la biología evolutiva, así como en un símbolo reconocible e icónico de Australia; ha aparecido como mascota en acontecimientos nacionales y aparece al dorso de la moneda australiana de 20 céntimos. Es el emblema animal del estado de Nueva Gales del Sur.

Hasta principios del siglo XX se lo cazaba por su piel, pero actualmente está protegido en todo su ámbito de distribución. No se considera que se encuentre bajo amenaza inmediata, a pesar de que los programas de reproducción en cautividad han tenido un éxito bastante limitado y de que es una especie vulnerable a los efectos de la contaminación.

Por lo general es de un color marrón intenso en la espalda y los lados de la cabeza, cuerpo y parte superior de las patas; la región ventral es de un color rubio o gris sedoso.​ El cuerpo y la ancha cola plana están cubiertos con un pelaje espeso que retiene una capa de aire aislante que mantiene al animal caliente.​ La cola es similar a la del castor, pero a diferencia de éste, que la emplea para propulsarse, el ornitorrinco solo la utiliza para maniobrar en el agua; asimismo utiliza la cola como almacén de reservas de grasa, una adaptación que también presentan animales como el diablo de Tasmania. Tiene patas palmeadas y un gran hocico ancho y plano, cubierto de una piel suave y de aspecto similar a goma húmeda; estos rasgos son más parecidos a los encontrados en un pato que a los encontrados en cualquier mamífero conocido. La membrana que posee entre los dedos de las patas delanteras es mayor que la de las posteriores y sobrepasa el extremo de los dedos para conseguir mayor superficie de empuje, ya que es con las extremidades anteriores con las que se desplaza durante el buceo. Cuando se desplaza por tierra pliega dicha membrana hacia atrás, dejando expuestas sus fuertes uñas.

A diferencia del pico de las aves, en el que las partes superior e inferior se separan para revelar la boca, su hocico es un órgano sensorial con la boca en la parte inferior. Los orificios nasales están situados en la superficie dorsal del hocico, mientras que los ojos y las orejas se encuentran en un surco situado justo detrás del hocico; este surco se cierra cuando el animal nada.​ Tiene aproximadamente la mitad de receptores olfativos que la mayoría de los mamíferos, sin embargo cuenta con la habilidad de oler bajo el agua, adaptación valiosa durante su búsqueda subacuática de alimento. Los investigadores piensan que esta habilidad puede haberse ganado cuando el linaje de los ornitorrincos experimentó una expansión en los genes que codifican para cierto receptor de olor llamado receptor vomeronasal. Se ha escuchado a ornitorrincos emitir un gruñido grave cuando se los molesta, y en ejemplares en cautividad se han registrado varios tipos de vocalizaciones.

Mantiene una temperatura corporal de 31-32 °C, que contrasta con los 38 °C típicos de los mamíferos placentarios.

Las crías tienen molares tricúspides que pierden antes o justo después de dejar la madriguera donde han nacido;​ los adultos, en cambio, tienen en su lugar fuertes placas queratinosas. Su mandíbula está configurada de manera diferente a la de otros mamíferos y el músculo que la abre es diferente.​ Como en todos los mamíferos verdaderos, los pequeños huesos que conducen el sonido al oído medio están plenamente incorporados al cráneo, en lugar de estar en la mandíbula, como en los cinodontes y otros sinápsidos premamíferos. Sin embargo, la abertura externa del oído todavía permanece en la base de la mandíbula.​ El ornitorrinco tiene siete vértebras cervicales, el número habitual en los mamíferos, sin embargo cuenta con huesos adicionales en la cintura escapular, incluida una interclavícula, que no se encuentra en otros mamíferos, y muestra algunos rasgos reptilianos en su esqueleto.​ También tiene un andar semejante a los reptiles, con las patas situadas en los lados del cuerpo, no debajo,​ y, para evitar posibles daños en la gran membrana interdigital de sus patas delanteras, se desplaza apoyándose sobre los nudillos.

Aunque tanto los machos como las hembras nacen con espolones en el tobillo, solo los del macho liberan veneno,​ compuesto principalmente por proteínas similares a defensinas (DLP), tres de las cuales son únicas en el ornitorrinco.​ Las defensinas son producidas por su sistema inmunitario. A pesar de que el veneno es lo suficientemente potente como para matar animales pequeños, o incluso perros, no es letal para los humanos, aunque tras una picadura pronto aparece un edema alrededor de la herida que se extiende gradualmente por el miembro afectado y causa un dolor tan intenso que ni siquiera puede ser calmado con morfina.​ La información obtenida de los estudios de caso y pruebas anecdóticas indica que el dolor se transforma en una hiperalgesia de larga duración que persiste durante días o incluso meses. El veneno se produce en las glándulas crurales del macho, unas glándulas alveolares en forma de riñón conectadas al espolón calcáneo de ambas patas posteriores a través de un conducto con paredes delgadas. Las hembras, al igual que en los equidnas, nacen con púas rudimentarias que no se desarrollan y caen antes de que lleguen a alcanzar un año de edad y carecen de glándulas crurales funcionales.

El veneno parece tener una función diferente a la del producido por especies no mamíferas; sus efectos no suelen ser letales, pero son lo bastante potentes como para debilitar seriamente a la víctima. Puesto que solo los machos producen veneno y la producción aumenta durante la época de apareamiento, se teoriza que es utilizado como arma ofensiva para hacer valer su dominio durante este período.

Los monotremas son los únicos mamíferos de los que se sabe que tienen un sentido de electrorrecepción; localizan sus presas, en parte, mediante la detección de campos eléctricos generados por las contracciones musculares de estas. La electrorrecepción del ornitorrinco es la más sensible de todos los monotremas.

Los electrorreceptores están situados en hileras rostrocaudales en la piel del hocico, mientras que los mecanorreceptores (que detectan el tacto) están distribuidos uniformemente por el hocico. La zona electrosensible de la corteza cerebral se encuentra en el área somatosensorial táctil, y algunas células corticales reciben estímulos tanto de los electrorreceptores como de los mecanorreceptores, lo que sugiere una asociación estrecha entre los sentidos de electrorrecepción y del tacto. Tanto los electrorreceptores como los mecanorreceptores del hocico dominan el mapa somatotópico de su cerebro, del mismo modo que las manos humanas dominan el mapa del homúnculo cortical de Penfield.

Puede determinar la dirección de una fuente eléctrica, posiblemente comparando diferencias en la intensidad de la señal a lo largo de la capa de electrorreceptores. Esto explicaría el movimiento característico de la cabeza del animal de un lado a otro cuando sale a cazar. La convergencia cortical de los estímulos electrosensoriales y táctiles sugieren la existencia de un mecanismo para determinar la distancia de las presas que, cuando se mueven, emiten tanto señales eléctricas como pulsos de presión mecánicos, lo que también permitiría calcular la distancia a partir de la diferencia en el tiempo de llegada de las dos señales.

El ornitorrinco no busca alimento mediante la vista o el olfato, cierra sus ojos, oídos y nariz cuando se zambulle,​ y excava con el hocico en el fondo de riachuelos. Los electrorreceptores de su hocico detectan los pequeños movimientos de sus presas al distinguir los objetos animados de los inanimados en esta situación en que los mecanorreceptores están constantemente estimulados.​ Las presas generarían minúsculas corrientes eléctricas con sus contracciones musculares que podrían ser detectados por sus sensibles electrorreceptores. Se ha demostrado experimentalmente que el ornitorrinco reacciona ante un camarón artificial si se hace pasar una corriente eléctrica débil a través de él.

Es un animal semiacuático y vive en pequeños riachuelos y ríos en un área biogeográfica que cuenta con una amplia variedad de hábitats y climas, que va desde las frías zonas montañosas de Tasmania y los Alpes Australianos hasta las selvas tropicales de las costas de Queensland.​ No se tiene conocimiento de su distribución en el interior australiano; se extinguió en Australia Meridional, salvo una población introducida en la isla Canguro entre 1929 y 1946 que todavía mantiene poblaciones activas,​ y ya no habita en gran parte de la cuenca Murray-Darling, posiblemente debido al declive de la calidad del agua provocado por la tala de árboles y la irrigación a gran escala. A lo largo de los sistemas fluviales costeros, su distribución es impredecible; parece estar ausente de algunos ríos relativamente sanos, pero continúa viviendo en otros que están bastante degradados (como el curso bajo del río Maribyrnong).

En cautiverio algunos ejemplares han sobrevivido hasta los diecisiete años de edad y han sido capturados ejemplares silvestres con una edad de once años. La tasa de mortalidad de los adultos en estado salvaje parece ser baja.​ Entre sus predadores naturales se encuentran las serpientes, la rata de agua australiana (Hydromys chrysogaster), varanos, halcones, búhos y águilas. Las pequeñas poblaciones del norte de Australia se deben posiblemente a la depredación de los cocodrilos. La introducción del zorro rojo a mediados de los años 1800 para la caza deportiva y como depredador para el conejo puede haber tenido cierto impacto en el número de ornitorrincos en el continente. Por regla general es un animal nocturno y crepuscular, sin embargo hay individuos activos durante el día, particularmente cuando el cielo está cubierto.​ Suele habitar ríos elevados y las zonas ribereñas, tanto por la disponibilidad de presas como de bancos de arena donde excavar madrigueras para anidar y descansar.​ Un ejemplar puede abarcar un territorio de un radio hasta de siete kilómetros y, en el caso de los machos, dicho territorio solapa el de tres o cuatro hembras.

El ornitorrinco es un nadador excelente y pasa gran parte del tiempo en el agua buscando alimento. Cuando nada, puede distinguirse de otros mamíferos australianos por la ausencia de orejas visibles.​ Una de sus características, única entre los mamíferos, es que nada impulsándose en el agua batiendo alternativamente las patas delanteras; aunque sus cuatro patas son palmeadas, las posteriores, que pliega contra el cuerpo, no contribuyen al impulso sino que sirven para la dirección, en combinación con la cola.​ Es una especie homeoterma que mantiene su temperatura corporal en torno a 32 °C (inferior a la de la mayoría de mamíferos) incluso cuando busca alimento durante horas en aguas por debajo de los 5 °C.

Normalmente sus inmersiones duran unos 30 segundos; pueden durar más pero pocas superan su límite aeróbico estimado de 40 segundos. Para recuperarse de sus inmersiones pasa entre 10 y 20 segundos en la superficie del agua. El ornitorrinco es carnívoro; se alimenta de anélidos, larvas de insectos, camarones de agua dulce y cangrejos de río que extrae del fondo fluvial escarbando con el hocico o que caza mientras nada. Utiliza unos sacos maxilares para almacenar su alimento junto con piedras de pequeño tamaño que le ayudan a triturarlo. Una vez que los sacos están llenos, o cuando captura una presa de mayor tamaño, asciende a la superficie para ingerir las capturas.​ Necesita comer aproximadamente un 20 % de su peso cada día. Esto implica que tiene que pasar una media de 12 horas al día buscando alimento.​ Cuando no se encuentra dentro del agua, se retira a una pequeña y recta madriguera de reposo, de corte transversal oval, situada casi siempre en la orilla un poco por encima del nivel del agua, y a menudo escondida bajo una maraña protectora de raíces.

La especie solo tiene un período de apareamiento; después de un complicado cortejo que termina con la pareja nadando unida describiendo círculos lentamente, mientras el macho sujeta con el pico la cola de la hembra,​ la copulación se produce entre junio y octubre, con una cierta variación local a lo largo de su área de distribución.​ La observación histórica, los estudios basados en el marcaje y la recaptura, e investigaciones preliminares de genética de poblaciones indican la posibilidad de que haya miembros permanentes y temporales en las poblaciones, y sugieren un sistema de apareamiento poligínico.​ Se cree que las hembras se vuelven sexualmente activas durante su segundo año de vida, y se ha confirmado que animales de más de nueve años de edad todavía se aparean.

Fuera de la temporada de apareamiento, el ornitorrinco vive en una sencilla madriguera de tierra, con la entrada unos 30 cm por encima del nivel del agua. Después del acoplamiento, la hembra construye una madriguera más profunda y elaborada hasta de 20 metros de longitud, y la tapona a intervalos, quizás como protección contra la subida del nivel del agua o contra depredadores, o como método de regulación de la humedad y la temperatura.​ El macho no desarrolla ningún papel en la cría de la descendencia, y se retira a su madriguera. La hembra recubre y acolcha la tierra de la madriguera con hojas muertas y húmedas y llena el nido al final del túnel con hojas muertas y cañas para realizar la cama, donde incubará sus huevos. Arrastra este material al nido enroscándolo con su cola.

Las hembras tienen un par de ovarios, pero solo el izquierdo es funcional. Ponen entre uno y tres (generalmente dos) huevos pequeños y coriáceos, parecidos a los de los reptiles, que miden unos 11 mm de diámetro y son un poco más redondeados que los de las aves.​ Los huevos se desarrollan en el útero durante unos 28 días, con solo unos 10 días de incubación externa. Tras la puesta de estos huevos pegajosos y de cáscara fina, la hembra se acurruca a su alrededor sosteniéndolos contra su vientre con la cola.​ El período de incubación se divide en tres partes. En la primera el embrión carece de órganos funcionales y se mantiene gracias al saco de vitelo. El vitelo lo absorbe la cría en desarrollo.​ Durante la segunda se desarrollan los dedos, y en la última aparece el diente de huevo.

Los recién nacidos son vulnerables, ciegos y sin pelo, y son alimentados con la leche de la madre. Aunque posee glándulas mamarias, carece de pezones; la leche se libera a través de los poros de la piel. La hembra tiene unos surcos en el abdomen que forman balsas de leche que permiten a las crías lamerla.​ Tras la eclosión, las crías son amamantadas durante tres o cuatro meses. Durante la incubación y el período de lactancia la madre inicialmente solo deja la madriguera por períodos cortos para buscar alimento. Cuando lo hace, crea una serie de delgados tapones de tierra a lo largo de la madriguera, posiblemente para proteger a las crías de los depredadores; cuando empuja estos tapones durante el regreso, le absorben el agua del pelaje, lo que permite que la madriguera permanezca seca.​ Transcurridas unas cinco semanas, la madre empieza a pasar más tiempo separada de las crías y, cuando tienen unos cuatro meses, abandonan la madriguera.​ Los ornitorrincos nacen con dientes, pero se les caen a una edad muy temprana, dejando unas placas córneas con las que muelen la comida.

Galería: 


Esqueleto



















  Nuevo 

Ornitorrinco en su habitad



Cráneo







Forma y detalles del pico


Detalles del pico y del ojo

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Detalle de las patas palmeadas 




Detalles del aguijón en la uña de las patas posteriores




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Ornitorrinco en su madriguera

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Como es la madriguera de un Ornitorrinco


Huevos de Ornitorrinco




Crías de Ornitorrinco


Ornitorrinco alimentándose