Nombre científico: Tachyglossus aculeatus
Otros nombres: Equidna australiano, Mungwe, Nyingarn, Tjilkamata o Tjirili, Minha
Clasificación Científica:
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Subclase: Prototheria
(sin rango): Australosphenida
Orden: Monotremata
Suborden: Tachyglossa
Familia: Tachyglossidae
Género: Tachyglossus
Especie: Tachyglossus aculeatus (George Shaw, 1799)
Estado de conservación: Preocupación menor (UICN)
Distribución Geográfica:
Mapa de distribución de Tachyglossus aculeatus
Subespecies:
Tachyglossus aculeatus acanthion Collett, 1885
Tachyglossus aculeatus aculeatus (Shaw, 1792)
Tachyglossus aculeatus ineptus Thomas, 1906
Tachyglossus aculeatus lawesi Ramsay, 1877
Tachyglossus aculeatus multiaculeata (Rothschild, 1905)
Tachyglossus aculeatus setosa (Geoffroy, 1803)
Tachyglossus aculeatus typicus Ride (1970)
Dimensiones: 30 y 50 cm de longitud, con un hocico de unos 7,5 cm
Peso: entre 2 y 6 kg
Alimentación: Se alimenta de termes, hormigas y otros insectos que captura con su lengua pegajosa.
Dimensiones: 30 y 50 cm de longitud, con un hocico de unos 7,5 cm
Peso: entre 2 y 6 kg
Alimentación: Se alimenta de termes, hormigas y otros insectos que captura con su lengua pegajosa.
El equidna de hocico corto o australiano es especie de mamífero monotrema. Se trata de una de las cuatro especies vivas de equidna y la única del género Tachyglossus. La dieta del equidna de hocico corto se compone de hormigas y termitas. Está cubierto de pelo y púas, y tiene un hocico característico y una lengua especializada para poder cazar sus presas a alta velocidad. Como el resto de monotremas vivientes, el equidna de hocico corto pone huevos; los monotremas son el único grupo de mamíferos que lo hacen.
Esta especie vive en toda Australia, donde es el mamífero nativo más extendido, y en regiones costeras y tierras altas del suroeste de Nueva Guinea, donde se le conoce como mungwe en las lenguas dadibi y chimbu. No está amenazado de extinción, pero actividades humanas como la caza, la destrucción de su hábitat y la introducción de especies depredadoras y parásitos extranjeros han reducido la distribución del equidna de hocico corto en Australia.
Esta antigua especie habita zonas rocosas, boscosas y arenosas de la costa este de Australia desde Queensland hasta Victoria, Isla Canguro, Tasmania, centro y este de Nueva Guinea y otras islas cercanas.
Es una de las especies de mamíferos de Oceanía que presenta poblaciones más estables, pudiendo llegar a ser abundante en muchas de las zonas por las que se distribuye.
Como el cuello no es visible desde el exterior, la cabeza y el cuerpo parecen estar fusionados. Los orificios auditivos se encuentran en cada lado de la cabeza, sin ningún tipo de pabellón auricular. Los ojos son pequeños y se encuentran en la base del hocico, que tiene forma angular. La nariz y la boca se encuentran en el extremo distal del hocico; la boca del equidna de hocico corto no puede abrirse más de 5 mm. El cuerpo del equidna de hocico corto está, exceptuando la parte inferior, la cara y las patas, cubierto de espinas de color crema. Las espinas o púas, que pueden llegar a medir cinco centímetros de largo, son pelos modificados, compuestos en gran parte de queratina. El pelaje que hay entre las espinas funciona de aislante térmico; su color va del color miel al marrón rojizo oscuro o incluso al negro; la parte inferior y la corta cola también están cubiertas de pelo. La coloración del pelo y de las espinas varía de una zona geográfica a otra. El pelaje del equidna puede estar infestado con la que se considera la pulga más grande del mundo, Bradiopsylla echidnae, que mide unos cuatro milímetros de largo.
El cuerpo está comprimido dorsoventralmente, y arqueado, con la región dorsal ligeramente convexa y la ventral, paralela, cóncava.
La cabeza parece articularse con el tórax como si no tuviese cuello. Es pequeña y acuminada, terminada en un hocico puntiagudo que puede alcanzar la mitad de la longitud total de la misma.
La abertura bucal es estrecha. La lengua, larga, delgada y pegajosa. Carece de dientes pero el paladar y la base de la lengua están cubiertos por una sustancia córnea que le permite triturar el alimento.
Los ojos son pequeños y dirigidos hacia delante. Se sitúan próximos a la base del hocico y le dan poca amplitud de visión lateral, aunque no es el sentido de la vista uno de los más necesarios para este animal que pasa gran parte de su tiempo en el interior de agujeros y galerías en el suelo.
Poseen cinco dedos provistos de uñas fuertes adaptadas para la excavación. Las de los dedos cuarto y quinto son retráctiles. Los espolones de las rodillas no son venenosos.
Ocasionalmente se ayuda de las fuertes uñas para abrir hormigueros y termiteros, especialmente cuando la reina se halla cerca de la superficie.
La cola es corta, de unos pocos centímetros, y desnuda en la superficie ventral.
Los testículos son internos, no existe escroto. En ambos sexos, un único orificio abre al exterior para tránsito de las heces, orina y secreciones o productos genitales. Durante la época de cría, las hembras desarrollan un pliegue de la piel en la región ventral que hará las veces de marsupio, donde los huevos serán incubados y las crías amamantadas.
Los hábitos de este animal son curiosos pues, a pesar de habitar zonas en las que el alimento está disponible a lo largo de todo el año, los individuos parecen entrar en un estado de torpor en el que dejan de alimentarse, pero que, lejos de relacionarse con adversidades climáticas o escasez de alimentos, parece estar debido a la necesidad de perder peso después de una temporada con una dieta abusiva.
El solitario equidna de hocico corto busca pareja entre mayo y septiembre; el tiempo exacto de la temporada de apareamiento varía de una zona geográfica a otra. Tanto los machos como las hembras emiten un fuerte olor durante la temporada de apareamiento. Durante el festejo (observado por primera vez en 1989) los machos encuentran y siguen a las hembras. grupos de hasta diez machos pueden seguir una única hembra en un ritual de festejo que puede durar hasta cuatro semanas; la duración de este periodo también varía entre áreas geográficas. En las regiones más frías de su distribución, como en Tasmania, las hembras pueden aparearse pocas horas después de despertarse de la hibernación.
Después de entre 9 y 27 días de gestación, la hembra, desde la cloaca, deposita directamente un único huevo en el marsupio ventral transitorio, del que nacerá la cría 10-11 días después. La cáscara es correosa y flexible, y la cría, para salir de él, tendrá que romperla con la ayuda de los dientes de leche.
Permanecerá en el marsupio alrededor de dos meses lamiendo la leche que resbala por los pelos de la madre hasta el interior de la bolsa. Cuando las espinas de la cría comienzan a crecer, es depositada en el interior de un hueco excavado por la madre, que regresa ocasionalmente a alimentarla hasta que alcanzan los seis meses de edad. La leche es de color rosa debido a una proteína que contiene hierro.
Los jóvenes son independientes alrededor de un año después del nacimiento.
La longevidad de esta especie es notoria, existiendo datos de animales en cautividad que han alcanzado los 50 años de edad.
Los hábitos horarios de estos animales varían en función de las condiciones climáticas de la región en la que habiten.
Su capacidad para mantener la temperatura corporal está limitada, por lo que tendrá que pasar las horas de temperaturas extremas en el interior de galerías subterráneas que mantienen ésta en niveles razonables.
De este modo, los individuos que habitan zonas de alta montaña, o durante las estaciones más frías, tienden a ser activos durante las horas de sol, mientras que los que habitan zonas desérticas o calurosas, permanecen resguardados hasta que llega la noche.
Es un animal solitario, de carácter huidizo que al sentirse amenazado se enrosca sobre sí mismo a la manera de un erizo, o se entierra exponiendo el dorso cubierto de púas a modo de escudo. Cuando es perseguido por un águila, es capaz de excavar rápidamente en sentido contrario al peligro, con la espalda protegida por las peligrosas púas, hasta que encuentre un terreno excesivamente duro, procediendo entonces a enroscarse sobre sí mismo.
Cada individuo se mueve por un territorio de aproximadamente 800 m de diámetro, solapándose con los de otros congéneres, sin que los encuentros tengan repercusión alguna entre los individuos, que continúan impasibles y solitarios su deambular en busca de alimento. Los nidos no parecen tener una posición concreta en el territorio. Cuando se mantienen en cautividad con otros congéneres, se producen reacciones de mutua tolerancia, si bien se establece una estructura jerárquica entre los individuos del mismo sexo.
Como el cuello no es visible desde el exterior, la cabeza y el cuerpo parecen estar fusionados. Los orificios auditivos se encuentran en cada lado de la cabeza, sin ningún tipo de pabellón auricular. Los ojos son pequeños y se encuentran en la base del hocico, que tiene forma angular. La nariz y la boca se encuentran en el extremo distal del hocico; la boca del equidna de hocico corto no puede abrirse más de 5 mm. El cuerpo del equidna de hocico corto está, exceptuando la parte inferior, la cara y las patas, cubierto de espinas de color crema. Las espinas o púas, que pueden llegar a medir cinco centímetros de largo, son pelos modificados, compuestos en gran parte de queratina. El pelaje que hay entre las espinas funciona de aislante térmico; su color va del color miel al marrón rojizo oscuro o incluso al negro; la parte inferior y la corta cola también están cubiertas de pelo. La coloración del pelo y de las espinas varía de una zona geográfica a otra. El pelaje del equidna puede estar infestado con la que se considera la pulga más grande del mundo, Bradiopsylla echidnae, que mide unos cuatro milímetros de largo.
El cuerpo está comprimido dorsoventralmente, y arqueado, con la región dorsal ligeramente convexa y la ventral, paralela, cóncava.
La cabeza parece articularse con el tórax como si no tuviese cuello. Es pequeña y acuminada, terminada en un hocico puntiagudo que puede alcanzar la mitad de la longitud total de la misma.
La abertura bucal es estrecha. La lengua, larga, delgada y pegajosa. Carece de dientes pero el paladar y la base de la lengua están cubiertos por una sustancia córnea que le permite triturar el alimento.
Los ojos son pequeños y dirigidos hacia delante. Se sitúan próximos a la base del hocico y le dan poca amplitud de visión lateral, aunque no es el sentido de la vista uno de los más necesarios para este animal que pasa gran parte de su tiempo en el interior de agujeros y galerías en el suelo.
Poseen cinco dedos provistos de uñas fuertes adaptadas para la excavación. Las de los dedos cuarto y quinto son retráctiles. Los espolones de las rodillas no son venenosos.
Ocasionalmente se ayuda de las fuertes uñas para abrir hormigueros y termiteros, especialmente cuando la reina se halla cerca de la superficie.
La cola es corta, de unos pocos centímetros, y desnuda en la superficie ventral.
Los testículos son internos, no existe escroto. En ambos sexos, un único orificio abre al exterior para tránsito de las heces, orina y secreciones o productos genitales. Durante la época de cría, las hembras desarrollan un pliegue de la piel en la región ventral que hará las veces de marsupio, donde los huevos serán incubados y las crías amamantadas.
Los hábitos de este animal son curiosos pues, a pesar de habitar zonas en las que el alimento está disponible a lo largo de todo el año, los individuos parecen entrar en un estado de torpor en el que dejan de alimentarse, pero que, lejos de relacionarse con adversidades climáticas o escasez de alimentos, parece estar debido a la necesidad de perder peso después de una temporada con una dieta abusiva.
El solitario equidna de hocico corto busca pareja entre mayo y septiembre; el tiempo exacto de la temporada de apareamiento varía de una zona geográfica a otra. Tanto los machos como las hembras emiten un fuerte olor durante la temporada de apareamiento. Durante el festejo (observado por primera vez en 1989) los machos encuentran y siguen a las hembras. grupos de hasta diez machos pueden seguir una única hembra en un ritual de festejo que puede durar hasta cuatro semanas; la duración de este periodo también varía entre áreas geográficas. En las regiones más frías de su distribución, como en Tasmania, las hembras pueden aparearse pocas horas después de despertarse de la hibernación.
Después de entre 9 y 27 días de gestación, la hembra, desde la cloaca, deposita directamente un único huevo en el marsupio ventral transitorio, del que nacerá la cría 10-11 días después. La cáscara es correosa y flexible, y la cría, para salir de él, tendrá que romperla con la ayuda de los dientes de leche.
Permanecerá en el marsupio alrededor de dos meses lamiendo la leche que resbala por los pelos de la madre hasta el interior de la bolsa. Cuando las espinas de la cría comienzan a crecer, es depositada en el interior de un hueco excavado por la madre, que regresa ocasionalmente a alimentarla hasta que alcanzan los seis meses de edad. La leche es de color rosa debido a una proteína que contiene hierro.
Los jóvenes son independientes alrededor de un año después del nacimiento.
La longevidad de esta especie es notoria, existiendo datos de animales en cautividad que han alcanzado los 50 años de edad.
Los hábitos horarios de estos animales varían en función de las condiciones climáticas de la región en la que habiten.
Su capacidad para mantener la temperatura corporal está limitada, por lo que tendrá que pasar las horas de temperaturas extremas en el interior de galerías subterráneas que mantienen ésta en niveles razonables.
De este modo, los individuos que habitan zonas de alta montaña, o durante las estaciones más frías, tienden a ser activos durante las horas de sol, mientras que los que habitan zonas desérticas o calurosas, permanecen resguardados hasta que llega la noche.
Es un animal solitario, de carácter huidizo que al sentirse amenazado se enrosca sobre sí mismo a la manera de un erizo, o se entierra exponiendo el dorso cubierto de púas a modo de escudo. Cuando es perseguido por un águila, es capaz de excavar rápidamente en sentido contrario al peligro, con la espalda protegida por las peligrosas púas, hasta que encuentre un terreno excesivamente duro, procediendo entonces a enroscarse sobre sí mismo.
Cada individuo se mueve por un territorio de aproximadamente 800 m de diámetro, solapándose con los de otros congéneres, sin que los encuentros tengan repercusión alguna entre los individuos, que continúan impasibles y solitarios su deambular en busca de alimento. Los nidos no parecen tener una posición concreta en el territorio. Cuando se mantienen en cautividad con otros congéneres, se producen reacciones de mutua tolerancia, si bien se establece una estructura jerárquica entre los individuos del mismo sexo.
Galería:
Esqueleto
Algunas fotos del equidna de hocico corto
Craneo
Detalles de la cara y el hocico
Detalles de la delgada y especializada lengua
Detalles de las espinas
Equidna en posición de defensa
Equidna en por su parte inferior, detalles de las uñas de las patas delanteras
Detalles de las uñas de las patas traseras
Una pareja de equidnas de hocico corto
Un grupo de equidnas
Madrigueras de equidna
Impresión de la huella de un equidna de hocico corto
excrementos o materia fecal de un equidna de hocico corto
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